Hay varias señales que pueden indicar que los amortiguadores deben ser reemplazados. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Comportamiento inestable del coche al conducir, sensación de flotación o poca respuesta en baches: puede ser señal de amortiguadores de coche desgastados.
- Amortiguadores con fugas o manchas de aceite: indicio claro de que están dañados y se necesita un cambio de amortiguadores.
- Desgaste irregular de los neumáticos, posible consecuencia de amortiguadores defectuosos.
- Ruidos al conducir sobre superficies irregulares (golpeteo o vibraciones): revisa tus amortiguadores.
- Aumento en la distancia de frenado: una falla en los amortiguadores puede afectar directamente la seguridad al frenar.
Ante cualquier señal de fallo, acude a un taller de amortiguadores para una revisión profesional y, si es necesario, un cambio de amortiguadores.